¿Qué aporta el Coaching a la empresa?


El entrenamiento como apoyo para el desarrollo personal y profesional
Históricamente el aprendizaje y el saber no significaron siempre lo mismo. Hasta el siglo XX el "mundo exterior" ha evolucionado increíblemente, mientras que lo referente al "mundo interior" (el autoconocimiento, autorrealización, manejo de las relaciones socioemocionales, los valores...), ha quedado relegado al interés individual e íntimo.
El comienzo del siglo XXI, ha supuesto un cambio de paradigma en la gestión de las organizaciones empresariales, administrativas, y sobre todo en lo relativo a las relaciones de los individuos consigo mismo.
El desarrollo personal se enlaza profundamente con el desarrollo profesional y los individuos buscan propuestas que permitan equilibrar adecuadamente la balanza del “yo”, el “otro” y “nosotros”.
La demanda de “modelos” que faciliten el desarrollo personal y profesional, el respeto a la ecología del sistema individual, la gestión de los estados socio emociónales..., han generado sistemas referenciales que adecuadamente desarrollados permiten sacar lo mejor de cada individuo.

Continuación:
¿Qué aporta el Coaching a la empresa?
La capacidad reflexiva y las competencias relacionales y de comunicación son características claves a desarrollar en la empresa actual, y en este contexto el Coaching tiene mucho que ver con las dos.
Los cambios derivados de la globalización, por tanto del mundo "exterior" han modificado las reglas válidas hasta ahora. Estos cambios requieren en las organizaciones de profesionales comprometidos con la misión y el objetivo de las mismas; profesionales capaces de pensar por sí mismos y con autonomía suficiente para tomar decisiones y dar respuesta a las necesidades de cada momento. Profesionales con confianza en sí mismos y en la organización para la que trabajan, con un alto sentido del compromiso y de la responsabilidad y con un estilo de liderazgo basado en las personas, sus relaciones, motivaciones, inquietudes y necesidades, que les permita el logro de la misión a través de sus valores.
¿Cómo trabaja un Coach?
La misión de un entrenador “coach”, es promover la reflexión en su cliente (coachee), para que sea éste, con sus recursos, quien encuentre nuevas alternativas y posibilidades para mejorar sus acciones y en consecuencia, sus resultados.
La relación entre el Coach y Coachee debe estar basada en la confianza, por lo que el entrenador debe cree en el entrenado, y creer que éste cuenta con todos los recursos necesarios para alcanzar sus objetivos. Trabaja específicamente con lo que su entrenado no ve, con sus zonas ocultas, trabajando en las áreas de la observación, la escucha y las preguntas “poderosas”, reformulaciones y parafraseos. El entrenador “coach”, muestra, actuando de "espejo" o "reflejo", la forma de pensar, actuar, reaccionar e interpretar las situaciones de su entrenado “coachee“.
Esta relación, permite que el cliente decida qué hacer con esos recursos que normalmente no utiliza, dado que le permite descubrir otra forma de ver las cosas y en consecuencia encontrar nuevas soluciones que antes, sencillamente, no veía, como hacer para lograr su objetivo de cambio mediante la planificación adecuada para la búsqueda de los recursos necesarios y para el logro de sus objetivos.
El coach trabaja por tanto para que su cliente disponga de otros puntos de vista sobre una determinada problemática y descubra aquellas creencias y valores que puedan estar limitando su desempeño, impidiendo el logro de sus objetivos y dificultando su desarrollo...
Por último, el coach impulsa a su coachee a actuar. Siendo un observador imparcial y externo del problema, el coachee modificará sus acciones logrando por tanto resultados diferentes, pudiendo con ello aportar mayor valor añadido a la empresa y a su propio desarrollo personal.

Fuente: clubdesarrollopersonal.com

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