Ante el Éxito Asimila Humildad y Responsabilidad
Tenemos que entender que podemos fracasar una, mil, cien
mil, un millón de veces, no importa, pero vamos a mantenernos inflexibles ante
la derrota...
¿Cómo se debe conducir un líder carismático ante el fracaso?
Inflexible. Lo acepta todo, menos la derrota.
¿Cuál es la diferencia entre fracaso y derrota?
Fracaso es una lección más. Derrota es que yo renuncie a
intentarlo nuevamente.
Tenemos que entender que podemos fracasar una, mil, cien
mil, un millón de veces, no importa, pero vamos a mantenernos inflexibles ante
la derrota, jamás darnos por vencidos, morir en la raya, tener el honor, la
dignidad, la decisión, la fuerza de luchar por lo que queremos.
Muchas naciones, en vías de desarrollo, se han visto
invadidas (a lo largo de su historia) por gente que se vende a intereses
mezquinos, por gente que se pone de rodillas ante el poder, por gente que no
tiene la claridad, la ideología, la fortaleza de ser individuos que luchen por
sus ideales. Pero, si tu país es un país mejor que el de hace 10 años, mejor
que el de hace 50, mejor que el de hace 200 años, es gracias ¿a quiénes? A los
inflexibles, a aquellos que han buscado la victoria para su nación.
Sin embargo, hoy en día tenemos un mal muy frecuente, y es
que entre mayor sea el éxito de una persona, más déspota se comporta. "El
carisma se adquiere con humildad." Entonces resulta que ésta es la gran
diferencia, la gran clave está ahí: entre más alto sea tu puesto y más humilde
te comportes, más carisma adquieres, y así la humildad va de la mano con el
carisma y realmente la pedantería, la gente que se distancia, la gente odiosa
que por un poquito que ha logrado siente que lo tiene todo, ésa se aleja
inevitablemente de sus seguidores.
Recuerde: "Pobre no es el que carece de mucho, pobre es
el que desea mucho". ¿Dónde visualizamos el concepto? Hay millonarios que
están en la miseria, su ambición los tiene muertos en vida; en cambio hay pobres
que pueden ser millonarios porque están satisfechos con lo que tienen. Hay
seres humanos que llevan esa fuerza en su interior y eso se manifiesta en esa
ambición de deseos positivos, de valores positivos y la humildad es un gran
valor; recordemos siempre que se adquiere carisma con humildad.
El éxito puede crear una miopía que puede destruir al
triunfador, como fue el caso de Ford en los años veinte, cuando tenía el
liderazgo automotriz pero se negó a cambiar por un mercado que demandaba un
producto diferente y creyéndose un poseedor de la verdad lo perdió; o el caso
del señor Land, fundador de Polaroid, que lanzó un gran producto en su
oportunidad pero no se modernizó a la velocidad en que su mercado cambiaba.
A los líderes que se consideran invencibles, la soberbia de
sus éxitos los puede llevar al fracaso. Éste es uno de los mayores pecados que
no se debe permitir un líder que aspire a la Excelencia.
Fuente: promonegocios.net
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